Hace unos días me vino a la cabeza una de las reflexiones más importante de los que últimos tiempos, y es precisamente así de importante por lo que significa para mí y para muchas personas en la sociedad en la que vivimos.
Vivimos en una sociedad en la que las cosas buenas se rompen con una fragilidad pasmosa y las malas necesitan el iceberg que destrozó el Titanic. Vivimos en una sociedad de clones, de maniquís de fábrica en la que vale más no desentonar del resto que intentar marcar la diferencia. Y muy a colación viene mi reflexión de esta noche.
¿Cuántas veces habéis forzado por encajar en un sitio? ¿Cuántas veces habéis hecho lo mismo con una persona?
A veces, aunque nos duela, no somos capaces de darle sentido al puzzle de nuestra vida y por muchos golpes que nos llevemos no vamos a encajar mejor la pieza... !Deja de forzar, no es el sitio adecuado!
Igual que un puzzle es una perfecta armonía, nuestra vida debe ir poco a poco encajando para serlo y a veces nos empeñamos en el mismo puzzle, en encajar con las mismas piezas...
No amigos, no intentamos acabar la Mona Lisa con una pieza negra de "El Grito". El arte no se fuerza, el arte no se golpea hasta que nos gusta, el arte llega.
Y es por eso que creo que lo tenéis como buena filosofía posible de vida: si no encajas del todo en un sitio, no te molestes hasta cambiar del todo...
!Busca tu pieza perfecta!
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