Hoy me gustaría hablaros de la eterna lucha entre orden y desconcierto, de la duda implícita en el ser humano desde el principio de los tiempos entre organizar e improvisar.
Existen personas tan cuadriculadas como un sistema operativo de un ordenador y al mínimo fallo en su plan se bloquean sin encontrar una solución aparente ni posible. Existen personas que viven en una continua vida de funambulista sobreviviendo al segundo y se adaptan como camaleones a la situaciones de la vida. ¿Qué es lo más correcto de los dos? Realmente no existe una sola respuesta buenas a eso. Ambas son tan correctas como equivocadas.
Para mi, la vida es una montaña rusa en la cual nosotros ni siquiera podemos decidir nada: ni cuando bajar, ni cuando subir, ni la intensidad de la atracción ni mucho menos quienes nos acompañan en ello. Nos encontramos con todo tipo de situaciones y cuánto más mayores somos peores son las consecuencias de nuestras bajadas y mayor valor le damos a nuestras subidas.
Sólo de nosotros depende también lo mucho que queramos jugar, si pierdes y lo vuelves a intentar puedes acabar siendo un ganador o pueden dejarte roto en mil pedazos
¿Y tú, qué decides?
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