El verano ha entrado fuerte subiendo las temperaturas y aumentando las ganas de playa del 100% de nosotros pero para refrescaros esta noche de "primavera" vengo a hablaros de algo qué me hace pensar y quiero compartir con vosotros: ¿Qué hacemos con un juguete roto?
Cuando éramos pequeños había dos formas de solucionar el problema, o más bien tres, si se nos rompia un juguete: la opción fácil era sustituirlo, jugar con otro, no complicarnos demasiado la vida ni perder el tiempo en "tonterías", también podíamos seguir jugando con él, porque, aún roto, nos seguía gustando. No era para nada buena idea porque acabamos rompiendolo del todo y luego nos olvidabamos de él para siempre. Y por último, lo arreglábamos hasta que podíamos volver a jugar con él sin ningún tipo de miedo o problema. Ahora que somos adultos, ¿Qué decisión tomas?
Ahora son personas, con sentimientos en lugar de piezas, con lágrimas en lugar de descosidos y con vida, algo que, salvo que te llames Andy, no puedes decir de tus juguetes. En mi opinión cada vez nos preocupamos menos por arreglar absolutamente nada, cada vez es más fácil ir a lo fácil, sustituir y no complicarnos la vida. Cada vez somos más fríos, más despegados y más selectivos a la hora de ver a quién le regalamos nuestro cariño. ¿Acaso tienes un contador qué va bajando? ¿No es de verdad más fácil devolver lo qué nos dan y no devolver justo lo contrario?
Se supone que somos los más conectados y aún así cada vez más gente se siente vacía, se llega a sentir sola incluso rodeada por cientos o lo que es peor aún: rechazan el cariño de gente que darían la vida por ellos por buscar a la persona que le destroce la vida. Igual algo estamos haciendo mal chicos
Siempre podemos llegar a ser el juguete roto, no sustituyan tan pronto que luego igual la nueva actualización no funciona en vuestro sistema.
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