No vale decir que quieres mucho a alguien si realmente esa persona no lo siente real, no vale demostrar que quieres mucho a alguien si no haces que esa persona sea mejor a tu lado. No es querer, sino hacerlo bien.
Estar en la vida de alguien en pleno siglo XXI es realmente fácil, que eso sirva para algo y no se quede en post de Instagram o menciones de Twitter ya es más difícil. Vamos a dejarnos de stories con indirectas que llevan nombres y apellidos, vamos a dejar atrás a las personas que nos quieren cambiar. Nuestra paz mental vale más que una conversación tan diaria como vacía. ¿De qué te sirve tener mucha gente en tu vida de la que ni siquiera llegarías a ser el protagonista de sus lágrimas si te pierde?
No vale tener las cosas claras si al mínimo movimiento de una pieza del tablero todo se derrumba como si de un jarrón de cristal de bohemia se tratase. Quizás te sirva de algo esto que estás leyendo o quizás no pero lo que desde luego no vale es leerlo y pasar olímpicamente de responder.
¿Y tu? ¿Quieres bien?
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