Hoy me ha dado por pensar en una cosa que repito más de lo que debería, algo que tengo (casi todos lo tenemos) muy normalizado y no deberíamos tenerlo ni mucho menos tanto, al menos eso siento.
¿Por qué tenemos que inmortalizar cada paso que damos? Mi vida está llena de fotógrafos y quizás me maten pero creo que deberíamos de sentir más y fotografíar menos, creo que hay momentos de los cuales nadie más allá de la persona adecuada debería tener instantáneas y por supuesto creo que es un error no podernos desprendernos de un recuerdo, no saber transformarlo.
He vivido momentos mágicos, tardes de charla y risas y cosas que quiero tener y tendré siempre guardadas en la retina sin necesidad de que nadie lo supiese y espero que sea algo que se siga repitiendo mucho tiempo. Debemos empezar a entender que un momento capturado en nuestra retina, en nuestro corazón vale por mil.
Que si, que está muy guay que, como si de un capítulo de la "House of mouse" se tratase, queráis tener guardada una Mickey herramienta pero ya os digo yo una cosa:
Aquello que se siente y se vive no necesita ser fotografiado, ese es el verdadero objetivo
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