Ayer todos nos emocionamos con el discurso del actor de la película que comparte nombre con esta entrada y la verdad que no le faltaba razón en sus palabras pero me gustaría haceros pensar sobre los verdaderos campeones (o al menos los que para mí realmente lo son).
Podría estar pensando en policías,bomberos o médicos que para toda la sociedad son verdaderos héroes y no estaría mal, podría pensar en esos deportistas que tras años y años de dedicación absoluta consiguen lo que se han propuesto y no sería un error pero realmente son otras personas las que se me vienen a la cabeza.
Para mí esos padres que sacan a su familia adelante con el sudor de su frente son unos auténticos campeones, ese alumno que tiene pánico escénico y sale a exponer un trabajo frente toda su clase es un auténtico campeón.
Vamos a dejar atrás las grandes gestas y vamos a empezar a valorar las pequeñas grandes cosas que se logran en el día a día. Porque una maratón no se gana el día que se corre, se gana ese día tan frío y que con tan pocas ganas saliste a entrenar. Un campeón es todo aquel que se va superando cada día sin miedo al qué dirán.
Tú, que me estás leyendo, eres un auténtico campeón o campeona y quiero que lo sepas, que no se te olvide y que nadie nunca te haga pensar que algo que hacer no tiene valor porque esa persona seguramente tiene la desgracia de haber perdido su ilusión.
No es mejor el que lo hace todo bien sino aquel que incluso cuando lo hace rematadamente mal es capaz de resarcirse y aprender de ello.
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