Esta tarde,mientras se iba apagando el color del cielo nublado que nos ha regalado hoy nuestra ciudad de Sevilla venía pensando cuántas veces habremos visto madrugar o atardecer y nunca es igual. Cuántas veces hemos pasado un día o una tarde con un ser querido pensando que eso no cambiaría nunca.
Quizás el enfado que tienes con alguien no es tan importante,piénsalo, quizás no merece la pena derramar lágrimas por alguien que no lucha por tu sonrisa y quizás deberíamos de aprovechar más el tiempo al lado de aquellos que nos hacen felices por si mañana no amanece.
Por otra parte, pensamos que todos los días amanece igual, que todas las clases que damos o días que trabajamos son idénticos y no nos damos cuenta que, al igual que nosotros somos únicos y no habrá nadie igual nunca también los días y los momentos lo son y a veces pasamos de aprovechar la fugacidad de cada instante.
Mañana, cuando te levantes y apures tiempo en la cama, piensa que igual por diez minutos no coges el autobús en el que va el amor de tu vida, tú nuevo trabajo o un grandísimo amigo.
El tiempo vuela y la vida pasa pero...
¿Tú también vas a pasar?
Comentarios
Publicar un comentario