Vengo a hablaros en la noche de hoy de esa eterna pregunta que todos nos hacemos o nos hemos hecho alguna vez:
¿La confianza es algo que se tiene de primeras o es algo que hay que ganarse?
A mí personalmente siempre me recuerda a aquellos profes que en la época de bachillerato nos decían "tú partes con un diez y vas perdiendo puntos según hagas cosas mal". Creo que cuando conocemos a alguien nuevo no tenemos por qué dudar de él pero tampoco tenemos que tener confianza a ciegas en todo lo que nos diga.
Creo que es vital saber encontrar el término medio que en la gran mayoría de los cosas viene dado de experiencias pasadas y eso es lo que me parece tan injusto como lógico. Aquellos que llegan nuevos a nuestra vida no tienen culpa de nuestro pasado pero muchas veces lo sufren.
Y es por eso que veo importante que cuidemos y demos la importancia a aquellas personas en las que confiamos incluso si nos dicen que la tierra es redonda, y obviamente es una exageración pero cuando llegamos a ese nivel de confianza en alguien es que es tan infalible como imprescindible y seguramente se lo haya ganado a pulso.
Ten fe siempre en aquel que cuando te sonríe te mira a los ojos porque cuando estos lloren será el primero en conseguir que recuperes la sonrisa.
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