En la antesala de un día más que especial me llegan a la memoria momentos pasados y presentes de lo que ha sido un año de cambios. Un año en la que mi vida ha dado un giro de 180 grados.
Y entre tanta marabunta de sentimientos se me ha venido un reflexión a la mente... ¿No os dais cuenta de que vivimos inmortalizando absolutamente todo lo que hacemos? Para mucha gente eso es un error amigos pero en mi opinión no es más que una forma de eternizar un momento especial.
¿Recuerdas esa sonrisa que te salía en la cara aquel día? ¿Recuerdas esas personas que ya tienen alas porque les tocó volar al cielo antes de tiempo? ¿Tienes en la memoria ese logro con el qué empezó todo? !Estoy seguro de que si!
Pero amigos míos nuestra memoria no es eterna y por desgracia siguen existiendo enfermedades que nos hacen desaparecer recuerdos por muy importantes que fueran. Siempre recuerdo cuando mi abuelo y mi padre en sus últimos días apenas conocían a nadie y sin embargo veían las fotos del pasado y sonreían... Algo existía en su interior que le hacía evocar momentos felices.
Y es por eso que hoy quiero dar las gracias infinitas a aquellos que cámara en mano nos dais recuerdos eternos, en mi nombre, en el de aquellos que gracias a vosotros recuerdan que hubo un tiempo en el que merecía la pena sonreír, en el de aquella familia que ya perdió a sus seres queridos... !Sois auténticos ángeles!
Quizás una foto no tenga importancia en el momento de ser sacada pero con el paso de los años puede ser el único motivo que nos quede para luchar.
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