Escribo esto mientras el calendario marca que es 11 de septiembre. Han pasado ya 17 años desde aquel atentado que conmocionó el mundo. No vengo a escribiros sobre eso... Vengo a traeros a la cabeza (o quizás al corazón) una de las preguntas más repetidas de la historia.
¿Y ahora qué?
Son tres palabras que sirven para todo...
¿Has perdido una relación que pensabas eterna? ¿Ya no hablas con esa persona que antes era habitual en tu día a día?
Ninguna relación es eterna, incluso la familia va cambiando con el paso del tiempo. Ojalá las amistades fueran eternas y así deberían ser siempre y así son alguna que otra bendita vez.
Los momentos tampoco son eternos queridos lectores... ¿Acaso las personas que acudían a trabajar aquel día como tantos otros podían llegar a pensar que sería la última vez?
No es que sea una crítica pero muchas veces vivimos pensando en el ayer y en el mañana incluso cuando el hoy es perfecto. Siempre tenemos algo que nos preocupa... ¡Incluso cuando todo va bien tenemos que no dure!
Pues es por eso que... ¿Y ahora qué? Ahora vamos a dejar de perder el tiempo y vamos a dejar atrás todos los miedos e inseguridades y sobretodo... ¡Vamos a hacerlo de verdad!
Quizás todos los días salga el sol (chipirón) pero no todos los días podemos disfrutar de la misma puesta de sol.
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