Anoche, mientras Morfeo me iba reclamando, me vinieron recuerdos de cuando era pequeño. Por unos instantes me trasladé a la época en la que éramos los más felices del mundo con el simple hecho de que no nos pillaran jugando al escondite pero sin embargo se nos hacía un mundo que no nos escogieran para el equipo de fútbol de la clase.
Veo, con tanta rabia como sorpresa, como gente que apenas tienen nada, personas que ni conocen la suerte ni se la presentarán jamás son los más felices del mundo cada día y le regalan al mundo la más sincera de sus sonrisas y nosotros que somos unos privilegiados no valoramos casi nada de lo que nos rodea.
¿Cuántas veces has visto amanecer esta semana? ¡Ninguna, es más divertido levantarse a las 12! ¿Cuántas veces hemos pensado lo que significa comer a diario y beber agua potable? ¡Para nosotros es algo demasiado normal!
Hace unos día me preguntaron que que me apasionaba y podía ser el fútbol o quizás escribir o hacer Periodismo pero hoy día ya me di cuenta...
¡Me apasiona está vivo cada día que pasa!
Deberíamos valorar más algo que tenemos a diario... Quien sabe cuánto durará está bendita locura
Solo te pido un favor querido lector...
¡Mañana regalale al mundo la mejor de tus sonrisas!
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