Se nos va acabando el mes de Mayo, ese mes en el que acaban muchas cosas y empiezan muchas otras por consecuencia. A veces en la vida que elegimos vivir y como si de un partido de tenis se tratara se nos presenta una oportunidad única y que no será eterna, con el único problema de que la decisión que tomemos quizás cambie nuestra vida para siempre.
No se quien me dijo una vez que la vida siempre te da una nueva oportunidad y no es mentira pero no menos cierto es que ese chance será totalmente distinto al anterior... Vivimos pensando las cosas antes de hacerlas, mientras las hacemos y en numerosas ocasiones después de hacerlas... ¡Somos para comernos!
Lo único que me han dejado claro años de oportunidades perdidas y momentos que deje escapar es que nunca más volvería a hacerlo, aprendí que era infinitamente mejor llorar por la derrota que de la impotencia de no haberlo intentado. Quizás suene a típico pero siempre tuve claro que es mejor perder que no jugar.
Y aún más importante que aprovechar las oportunidades cuando vienen es vivir al máximo los buenos y malos momentos que nos vengan... A veces no disfrutamos suficiente las cosas cuando vienen buenas y no aprendemos suficiente cuando vienen malas.
Mañana tenemos una nueva oportunidad de seguir siendo felices o seguir buscando la felicidad y pasado otra pero... ¿Para què esperar?
Dicen que si dejamos de respirar morimos... Y tienen razón. Pero amigos, si olvidamos sonreír... ¡No merecerá la pena seguir viviendo!
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