Últimamente ando conociendo mucha gente que viene de fuera de Sevilla y eso me ha hecho valorar aún más el sitio tan privilegiado en el que tuve la suerte de nacer queridos amigos.
Y a veces pasan los días sin que nos demos cuenta de que podemos disfrutar de muchísimos lugares realmente mágicos y al igual nos pasa con cosas o personas que nos rodean. Echar de menos es algo totalmente entendible... A todos nos gustaría tener eternamente la relación idílica que tenemos con amigos, pareja o familia.
¿Recuerdas aquella Navidad tan bonita en familia? ¿Recuerdas aquel viaje de fin de curso? ¿Recuerdas aquel verano tan inolvidable? Son cosas que no vuelven y nos da igual... Un paseo por la Plaza España, perderse por el barrio de Santa Cruz o vislumbrar toda Sevilla y sus pueblos desde lo más alto de la señora de Sevilla.
Pues igual que eso... Esa sonrisa que se pierde entre bambalinas, esas lágrimas de pura emoción que quedan en el ayer...
Lo que hoy es presente mañana será pasado queramos o no, siendo así, ¿Por qué no dejamos de pensar en lo bonita que sería nuestra vida con todo esos "casi" que tenemos y empezamos a disfrutar de "lo afortunado que somos con todo lo que tenemos".
La reflexión es clara y concisa en la noche de hoy... Existen momentos bonitos, lugares mágicos y personas especiales pero en lugar de andar anhelando todo eso vamos a intentar convertir cualquier momento en especial, vamos a darle a cada lugar su pizca de magia y vamos a darle a cada persona su condición de especial porque todos y absolutamente todos somos realmente especiales por algo y para alguien
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