La noche ha caído hace ya rato en mi querida Sevilla, el frío una vez más nos hiela el cuerpo y nos quita las ganas de salir de casa pero en esta noche tan londinense se me viene a la cabeza un pensamiento que me gustaría compartir con vosotros.
En innumerables ocasiones nos hemos puesto a pensar en algo que íbamos a hacer cuando... ¡Sorpresa! se nos acababa de escapar una de las oportunidades de nuestra vida que... siento decirte, no volverá. ¿Recuerdas ese viaje qué nunca llegaste a hacer? ¿Acaso se te ha olvidado aquella noche mágica en la que decidiste quedarte en casa? ¿Eres capaz de recordar aquel fin de semana tan especial? Obviamente no, porque obviamente también decidiste tirar de cabeza, amarrar tus ganas y tu corazón a la más fuerte de las corazas.
Igual que con los momentos nos pasa a veces con las relaciones con algunas personas, igual llegan a nuestra vida en momentos inadecuados e igual también se merecían más tiempo, más ilusión y más días en el calendario por nuestra parte, igual residía en ellos la felicidad que nos falta. Y si, habéis adivinado la respuesta... ¡Perdimos!
Pensar es bueno en muchos aspectos de la vida, nos viene increíblemente bien casi siempre pero cuando se trate de tomar una decisión con algún tipo de sentimiento por medio... ¡Olvidalo!
Prohibido pensar debería ser el lema en ese tipo de instantes querido lectores.
Y deberíais tener más claro que nunca que cuando algo se quiere... No se piensa en el\ella, se siente por ello.
Gracias David por tus palabras,a veces, sin querer das en el clavo y haces mucho bien...
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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