Hoy se respira un aire especial en Sevilla, mientras paseas hoy por las calles te das cuenta de que la primavera, aunque lejana en calendario, se siente cercana en sensaciones.
Mientras camino de vuelta a casa escucho a gente decir cosas como "Por fin ha acabado el lunes" y me pongo a pensar en que nos habrá hecho este pobre para que lo odiemos tanto, en que nos dará el fin de semana que nos quita el resto. Pues yo he empezado la semana con las miras puestas en disfrutar este día, yo me he levantado con la ilusión y las ganas de crear un buen recuerdo del temido lunes.
Y ahora os pregunto, ¿si hoy hubiese sido lunes Santo no os habría gustado el lunes? ¿Si a pesar de lunes fuera verano no os encantaría empezar una nueva semana de playa? ¿Y si fuera el último lunes de clase? Estariais felices como nadie.
Reflexionando me viene a la mente que quizás el problema no se llame lunes sino rutina, quizás el malo no sea el lunes sino el miedo a no saber disfrutar de lo habitual.
Y es por eso que lunes se escribe con L, con l de lógico porque siempre hacemos lo que se supone que debemos hacer, se escribe con l de libertad porque tenemos la opción de dar un paso y cambiar nuestra vida aunque no lo hagamos.
Mañana será martes y ojalá seamos capaces en convertirlo en martes, con m de muchas ganas, ganas de convertirlo en un día para el recuerdo.
Pues lo dicho... ¡Que bonitos son los lunes!
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