En unos de esos días en los que todo el mundo muestra publicamente su amor otros se maldicen o maldicen esta fecha por no tener una persona así a su lado.
Yo hoy he pasado un día muy feliz (igual que la mayoría) y no ha sido por tener una persona al lado muy especial (que también) sino porque hay amores que no tienen estación ni día en el calendario, hay amores que pasen los años que pasen se viven con la misma intensidad que el primer día (incluso más). Son amores totalmente atemporales, de esos que están ahí siempre, de los que aunque todo vaya mal siempre te sacan una sonrisa o te despejan un buen rato.
Todos tenemos este tipo de sentimientos metidos en el corazón y los sacamos más a menudo de lo que pensamos... Una sonrisa por allí, un cosquilleo nerviosos por allá, son detalles que marcan la diferencia.
Ahora meteros en vuestro corazón, en vuestro ser más profundo, ¿en qué estáis pensando? ¿Qué recuerdos os vienen a la mente?
Pues lo dicho, cuando estamos llegando al quince de febrero solo me queda recordaros que el día de mañana hay que ser igual de felices que el de hoy e igual que todos porque el mejor regalo nunca os lo dará un novio o novia...
El mejor regalo os lo dieron vuestros padres cuando os regalaron poder vivir y no precisamente para qué andeis desperdiciando momentos y días en el tiempo asi que mañana... ¡Sonreide a la vida!
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