Reflexiones bajo la Giralda

Después de un fin de semana para la historia (o al menos para la mía) vengo a reflexionar sobre algo que he pensado muchas veces pero que es más complejo de lo que parece. En la vida en infinidad de ocasiones se nos plantean oportunidades de cambio (desde cosas minúsculas hasta hechos vitales) pero son casi nulas las veces que conseguimos llevarlos a cabo. He escuchado millones de excusas pero la única realidad es que nos faltan medios y valentía casi por partes iguales. ¿Acaso no serían mejores nuestras vidas si cada vez que decidimos algo lo lleváramos realmente a cabo? Realmente nunca lo sabremos pero lo que si tengo claro es que yo ya he tomado la determinación de hacerlo y no voy a quedarme nunca jamás con una duda en el corazón y aquel que no lo vea bien o le afecte que me perdone de ante mano A veces es más importante buscar desesperadamente la felicidad que dejar que el mundo nos lleve

Una persona muy especial me dijo que le gustaba leerme cada lunes así que con su permiso porque el lunes pasado estuve un poco ocupado (se que la mayoría me entendéis) vuelvo a escribir para hablaros de un sentimiento que todos hemos sufrido alguna vez. La nostalgia es algo habitual, echar de menos algo que ha sido bueno, maravilloso e incluso a veces inolvidable es totalmente inevitable en el ser humano pero como siempre digo... !No todos los días son viernes!. No podemos vivir en una continua espera, en una eterna cuenta atrás y en un sin vivir cuando tarda demasiado en llegar aquello que anhelamos. Por primera vez en mi vida he conseguido no desear más de la cuenta algo, no echar de menos a alguien o un momento más de lo necesario y sobre todo... !He aprendido a sonreír los lunes!. ¿No os dais cuenta de que hoy es un día igual que el viernes? ¿De verdad os estoy descubriendo lo bonito que son los comienzos de semana? La vida es...

Después de un fin de semana en el que he tenido más horas de carretera que el papamóvil en el Vaticano vengo a reflexionar sobre un tema que me ha llegado a la mente en los últimos días: Siempre he sido muy crítico con la rutina y con una vida que se base en hacer siempre lo mismo porque creo que la esencia de la vida es ir cambiando cosas porque nunca está todo en su sitio del todo por mucho que a veces lo creamos. Por otro lado si aquello que nos lleva a la rutina es lo mismo que nos lleva una sonrisa a la cara ¿No crees que igual esa monotonía merece otro nombre más positivo? A veces encontramos aquello de lo que no nos cansamos ni teniéndolo veinticuatro horas en nuestra vida. !Es momento de empezar a valorar y disfrutarlo! Recuerda, quizás las lágrimas del mañana no puedan ser evitadas por las sonrisas del hoy pero desde luego lo disfrutado ayer quedará por siempre en nuestras vidas. 

En un lunes en el que la lluvia ha vuelto a nuestra querida ciudad de Sevilla vengo a hablaros sobre una reflexión que lleva días rondando mi cabeza y espero poder haceros pensar o al menos entreteneros un rato. En otras ocasiones os he hablado de lo importante que es no sentir miedo alguno a aquello que consideramos diferente a lo habitual pero hoy creo que es más importante aún estoy, ¿Os veis muy diferente a como erais hace unos meses o años? En mi opinión cambiamos cada día aunque a veces no nos demos ni cuenta. Y, sinceramente,no creo que sea ni mejor ni peor dicho cambio sino algo necesario para todos nosotros y que nos hace ser las personas que queremos día a día. Si el cambio llega de fuera es cuando realmente tenemos un problema serio. !Qué nadie te diga jamás que seas de otra manera! Quizás no seas perfecto pero siempre seremos la persona perfecta para algo y alguien.