El verano ha entrado fuerte subiendo las temperaturas y aumentando las ganas de playa del 100% de nosotros pero para refrescaros esta noche de "primavera" vengo a hablaros de algo qué me hace pensar y quiero compartir con vosotros: ¿Qué hacemos con un juguete roto? Cuando éramos pequeños había dos formas de solucionar el problema, o más bien tres, si se nos rompia un juguete: la opción fácil era sustituirlo, jugar con otro, no complicarnos demasiado la vida ni perder el tiempo en "tonterías", también podíamos seguir jugando con él, porque, aún roto, nos seguía gustando. No era para nada buena idea porque acabamos rompiendolo del todo y luego nos olvidabamos de él para siempre. Y por último, lo arreglábamos hasta que podíamos volver a jugar con él sin ningún tipo de miedo o problema. Ahora que somos adultos, ¿Qué decisión tomas? Ahora son personas, con sentimientos en lugar de piezas, con lágrimas en lugar de descosidos y con vida, algo que, salvo que te llames Andy...
Siempre pensé que tenía que compartir mis pensamientos y dar comienzo a una nueva aventura es la mejor oportunidad para hacerlo ¿Te vienes conmigo?