Después de un septiembre qué se me está haciendo eterno (no por ello malo) y después de dar muchas vueltas he decidido compartir con vosotros algo que me ronda la cabeza y que tras reflexionarlo me ha hecho muy feliz: La vida es un viaje al que llegamos sin pedirlo, nos vamos sin querer irnos y nos quedamos muchas veces casi hasta por inercia. La vida es algo que pensamos mientras pasa y pasa mientras pensamos (o sobrepensamos) algo. Nos pasamos toda nuestra existencia haciendo lo que debemos hacer para buscar el momento en que hagamos lo que queremos hacer, le damos millones de vueltas a todo cuando es algo mucho más sencillo que todo eso. Tenemos que aprender que hay que trabajar día a día en lo que queremos porque si no se acabará desvaneciendo, tenemos que valorar día a día si las cosas y personas que tenemos en nuestra vida nos aportan y no darle a alguien un sitio sempiterno (que no es una oposición) En definitiva, pensar menos, sentir más y hacer de cada día un último día y...
Siempre pensé que tenía que compartir mis pensamientos y dar comienzo a una nueva aventura es la mejor oportunidad para hacerlo ¿Te vienes conmigo?